Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica
del conocimiento racionalista de la literatura
La Numancia (1585), de Miguel de Cervantes.
La secularización de la tragedia
Referencia VI, 15.11
La Numancia de Cervantes es el acmé de la tragedia en la Historia de la literatura universal. Y lo es porque esta obra marca un antes y un después en la concepción poética y real del hecho trágico y de sus posibilidades de interpretación. Cuestión diferente es que la crítica literaria, más atenta a los oportunismos de las ideologías de cada época, apenas lo haya percibido, perdida su mirada entre el éxito del Quijote y el bombástico mito británico del teatro de Shakespeare.
Cervantes impone en La Numancia una forma
completamente inédita de interpretar la tragedia humana, que la literatura
posterior ya no pudo ignorar, aunque ―insisto― la crítica literaria apenas se haya
percatado de ello. La creación literaria discurre por caminos que, con
frecuencia, la interpretación de los críticos y académicos tarda mucho tiempo,
a veces incluso siglos, en comprender. La Numancia es insólita por
varias razones, y, sinceramente, casi nadie las ha advertido ni analizado. En
esta obra Cervantes impone dos negaciones y alza una preservación: niega la
metafísica antigua como fundamento de las acciones humanas, desposeyéndola de
toda autoridad para explicar cualquier desenlace trágico; niega el protagonismo
aristocrático de la dignidad del sufrimiento, para entregárselo exclusivamente
al pueblo llano; y preserva ―más allá de nuestra posmoderna y abatida Edad
Contemporánea― el heroísmo de la guerra como forma de supervivencia, retratada
en su crudeza y sin fraudulentas mitologías.
Se ha dicho con frecuencia que la guerra es la prolongación
de la política. Sin embargo, no se ha insistido apenas en una realidad sin duda
más importante: la política es la gestión de la paz y de la libertad. De la paz
de los vencedores y de la libertad de los supervivientes. La guerra, de hecho, es la distancia que separa a los idealistas de la realidad.
Ocurre con frecuencia en la Historia que la victoria
bélica da lugar a una derrota pacífica. Pero esta descomposición de la paz es
ante todo diuturna y silenciosa. La democracia suele administrar la extremaunción
de la paz. Los triunfos de la fuerza militar con excesiva recurrencia histórica
fracasan en la gestión política que llevan a cabo quienes nunca intervienen
directamente en el combate: los políticos. En democracia, los políticos se
caracterizan porque suelen gestionar realidades que no conocen, que no
comprenden y que no saben para qué sirven, porque ignoran todo acerca de ellas,
y son incapaces de utilizarlas como es debido. Cuando no se sabe gestionar
políticamente la paz, el resultado temprano es una nueva guerra.
A esta reflexión hay que añadir, en relación directa
con La Numancia de Cervantes, un hecho innegable pero invisible. La
mayor parte de la literatura de tradición hispanogrecolatina resulta, desde
finales del siglo XX, ilegible, imperceptible, incomprensible... Se trata de
una literatura cuya originalidad está, por ignorancia, eclipsada ante los ojos
de unos intérpretes que, mediatizados por una visión anglosajona y paupérrima de
la literatura, no perciben los valores únicos y exclusivos de obras como la Ilíada,
la Odisea, la Divina commedia, La Numancia o el Quijote.
Ninguna de estas obras se estudia ya en las Universidades del siglo XXI. Apenas
un puñado de profesores es capaz de explicarlas, ante aulas vacías, porque no
hay alumnos interesados en ellas ni demografía que alcance a las ruinosas
Facultades de Letras. Quien diga lo contrario, miente: y lo sabe.
El caso de La Numancia es particularmente
desafiante. Y lo es porque se trata de una obra cuya originalidad ha
prevalecido invisible y opaca a los ojos de casi todos sus lectores,
intérpretes y actores, y por supuesto también a los de sus variados y
coyunturales directores de escena, limitados por ideologías y formas emocionales
de ignorancia colectiva. Nadie sabe qué hacer con esta tragedia. Se quedan con
el anzuelo en los labios... sin catar el cebo.
El anzuelo es el nacionalismo español. El cebo es todo
lo demás: la negación de los dioses, la afirmación del ateísmo y la subrogación
de la metafísica antigua por la Historia moderna; es también el protagonismo de
los seres humildes frente al monopolio de la tragedia que el mundo antiguo
reservaba de forma exclusiva y excluyente a monarcas y aristócratas; es
igualmente la confirmación de la libertad de la mujer, presente también en
buena parte del teatro y la literatura antiguos, desde Lisístrata de
Aristófanes hasta Hécuba o Las troyanas de Eurípides; es el
triunfo cervantino ―una vez más― de la razón antropológica frente a la razón
teológica; es la negación de toda resurrección metafísica y de todo Paradiso, y
la afirmación de una vida única e irreemplazable en el terrenal mundo del Hombre;
es la última exaltación del heroísmo de quien lucha desesperadamente, porque su
vida vale ya menos que su libertad, un heroísmo que la democracia acabará por
ridiculizar y destruir, pues en toda democracia los únicos héroes son los
delincuentes, y nunca quienes defienden con armas el derecho a su propia
supervivencia, ya que el Estado los priva tanto de Derechos legítimos como de protección
policial y jurídica. La Numancia cervantina es totalmente incompatible con
la posmodernidad y resulta por completo disonante ante ella, del mismo modo que
el propio Cervantes es insoluble en agua bendita.
La Numancia es una obra cuyo
heroísmo la democracia no puede, ni sabe, valorar, ni quiere comprender. La
felicidad es incompatible con la tragedia. La felicidad es el objetivo de
sociedades absolutamente fracasadas. En la literatura clásica nadie busca la felicidad,
sino la supervivencia y la libertad. En la obra de Cervantes, ambos objetivos ―supervivencia
y libertad― viajan juntos, en perenne alianza. Piénsese que en la Numancia
cervantina no hay guerra, sino tortura, pues no hay enfrentamiento bélico, sino
cerco. Tampoco hay martirio, sino suicidio, porque no hay resurrección ni
esperanza de un más allá celeste y redentor. Ningún dios espera a los
numantinos esa tarde en el Paradiso. Ningún personaje cervantino organiza su
vida en función de un «más allá», y menos que nadie los suicidas y heroicos
personajes de Numancia. Hoy el heroísmo de la lucha por la vida se percibe como
algo ridículo e incomprensible. El único heroísmo que la democracia posmoderna
está dispuesta a aceptar es el que protagonizan los delincuentes, al incumplir
las leyes que nos obligan a todos, y superar de este modo, impunemente, las
redes de la supuesta justicia ―siempre desigual para todos―, una justicia de la
que se sustraen mediáticamente con el aplauso insólito y la complicidad emocional
de la chusma posmoderna.
Si hubiéramos de inventariar, de forma crítica y
totalmente sintética, las principales originalidades de La Numancia
cervantina, la anacefaleosis o anacefalcosis sería la siguiente: 1) Cervantes
cambia por completo el modelo tradicional y aristotélico de tragedia, el único
vigente y absolutamente reconocido en los siglos XVI y XVII, y escribe su literatura
en contra de ese precepto antiquísimo, que Shakespeare jamás cuestiona ni
altera, sino que asume como un cromático Kitsch; 2) Cervantes identifica
a los seres humanos más humildes y plebeyos como protagonistas únicos de la
experiencia trágica y de la dignidad del sufrimiento bélico, algo reservando
desde los orígenes de la literatura a monarcas, aristócratas y patricios, pues
se estimaba que sólo las clases altas tenían derecho a que su sufrimiento fuera
reconocido y respetado, mientras que las clases bajas sólo servían de
combustible para la risa, la burla y la experiencia cómica (Shakespeare
mantendrá esta distinción estamental y poética en todo su teatro: Falstaff no
llegará ni a ser bufón en la corte de Enrique IV); 3) en La Numancia,
las víctimas de la tragedia no comenten ningún exceso ni incurren en ninguna hybris
que justifique el desenlace letal, al contrario de lo que ocurre en la tragedia
antigua y en toda la obra de Shakespeare: los numantinos son seres inocentes
ante la agresión depredadora del imperialismo y belicismo de Roma; 4) el
heroísmo trágico distingue a los plebeyos, no a los aristócratas, que no
figuran en ningún lugar protagonista de la tragedia cervantina, bien al
contrario de la tragedia griega clásica y del teatro shakesperiano inglés; 5)
ni un solo dios, ni un solo numen, ni una sola criatura o idea metafísica,
interviene funcionalmente en la fábula o acción de La Numancia ―ni en
ninguna otra obra literaria de Cervantes―, hecho este que por sí solo
constituye toda una negación de la legitimidad religiosa del mundo antiguo y de
la propia Edad Moderna: Cervantes no es soluble en agua bendita, porque Cervantes
es la negación de toda religión y de toda metafísica, frente al teatro clásico
de la antigua Grecia y al teatro trágico de Shakespeare, poblado de fantasmas,
espectros, brujas, espíritus y formas sobrenaturales de intervención metafísica
en la vida humana y política de los siglos XVI y XVII; 6) las mujeres de La
Numancia cervantina actúan a la par que los hombres, en condiciones de
absoluta igualdad, y determinan el desenlace suicida, al abortar la
exclusividad del protagonismo masculino en un combate cuerpo a cuerpo contra
los romanos, que no llega a producirse por expreso requerimiento de la mujer
numantina: aunque en el teatro griego hay precedentes de este tipo de
libertades femeninas, en Shakespeare, no (el feminismo posmoderno, que sin duda
no ha leído esta obra de Cervantes, ignora todo acerca de este precedente aurisecular
español). La lista podría extenderse, y el teatro europeo así lo hizo, desde
Büchner con Woyzeck (1837), en el postrero Romanticismo alemán, aunque
la verdadera valoración de obras así no llega hasta el período expresionista de
entreguerras, en el primer cuarto del siglo XX.
Cervantes, en suma, seculariza la tragedia. Y éste es el hecho capital. La Numancia es una tragedia deicida, en pleno siglo de la Contrarreforma. Trento acaba de proscribir el suicidio en la literatura. Ha exigido su interdicción ficticia. Inmediatamente, Cervantes decreta ―inapelable― el suicidio de toda una población. Nadie llegó más lejos en aquel tiempo. Ni tampoco después. Cuando el siglo XVIII irrumpe con todos los faroles de la secularización, llega a la obra cervantina con 200 años de retraso. Toda la tragedia de Shakespeare es un bucle de los valores del Antiguo Régimen. Ni un solo personaje shakesperiano supera el idealismo del Renacimiento. Nada moderno hay en el dramaturgo isabelino: todo son brujas, hechizos, encantos, ilusiones, quimeras y fantasías, fracasos políticos y libertades perdidas, tronos frustrados y fantasmas parlantes que nos retrotraen una y otra vez a un mundo incompatible con la libertad de la Edad Contemporánea y con el realismo político del Nuevo Régimen. Harold Bloom ha agotado toda la cosmética de la crítica literaria anglosajona para acicalar a un Shakespeare que, con sus apenas treinta piezas teatrales y sus sospechosos ciento cincuenta sonetos, la mitología imperialista inglesa ha querido ubicar a la par que el autor del Quijote, en la célebre hendíadis de «Cervantes y Shakespeare», como si entre uno y otro autor la calidad literaria fuera equivalente, o incluso comparable en términos de igualdad. ¿Hasta cuándo el Hispanismo seguirá leyendo ―cual Borges acomplejado, intempestivo y narcisista― a Cervantes en inglés?
- MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «La Numancia (1585), de Miguel de Cervantes. La secularización de la tragedia», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (VI, 15.11), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).
⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria
- IV, 2.2 - El referente trágico de Esquilo: hacia el teatro de Cervantes y La Numancia.
- IV, 2.10 - Cervantes frente a Séneca: la ausencia de senequismo en la tragedia cervantina.
- IV, 2.11 - Idea de libertad en La Numancia de Cervantes.
- IV, 2.13 - Las tragedias numantinas de Cervantes y Rojas Zorrilla.
- IV 2.40 - Cervantes y Büchner: la tragedia en la Edad Contemporánea.
- Ilíada y Odisea de Homero.
- Antiguo Testamento.
- Edipo, rey de Sófocles.
- Divina commedia de Dante Alighieri.
- Decamerón de Giovanni Boccaccio.
- Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer.
- La Celestina de Fernando de Rojas.
- Gargantúa y Pantagruel de François Rabelais.
- Lazarillo de Tormes.
- Cántico espiritual de Juan de la Cruz.
- La Numancia de Miguel de Cervantes.
- Ricardo III de William Shakespeare.
- Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.
- Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora.
- Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.
- El burlador de Sevilla, atribuida a Tirso de Molina.
- ¿Por qué en el Quijote de Cervantes está el genoma de la literatura universal?
- ¿Quién es y cómo actúa el narrador del Quijote?
- Gramática del Quijote: personajes, funciones, tiempos, espacios y lenguaje.
- ¿Por qué el Quijote es una parodia contra los idealistas?
- Los 10 principales géneros literarios del Quijote.
- Novela, teatro y poesía: transformación cervantina de los géneros literarios en el Quijote.
- ¿En qué consiste la locura literaria de don Quijote? Literatura y psicopatología
- El don Quijote de Cervantes frente al don Quijote de Avellaneda. ¿Por qué las élites españolas ignoran el Quijote?
- Política y religión en el Quijote: Cervantes no es soluble en agua bendita.
- Todas las formas de la materia cómica en el Quijote: causas y consecuencias de la risa en Cervantes.
- Respuesta de Jesús G. Maestro a 13 preguntas clave sobre la interpretación del Quijote. Presenta y modera: Ramón de Rubinat.
- 10 claves para entender el Quijote. Curso universitario completo impartido por Jesús G. Maestro.
- ¿Cómo leer a Cervantes en las Universidades del siglo XXI? Conferencia en la Fundación Adolfo Domínguez.
- Cervantes, el Quijote y la Filosofía en la novela y teatro cervantinos según la Crítica de la razón literaria.
- 1. La Galatea de Cervantes o cómo preservar la literatura de la religión.
- 2. Cervantes y La Numancia: hacia una poética moderna y contemporánea de la tragedia.
- 2.1. Presencia de La Numancia en diferentes modelos de dramaturgia trágica.
- 2.2. Idea de libertad en La Numancia de Cervantes.
- 3. El personaje teatral en las comedias de Cervantes.
- 4. Los entremeses de Cervantes: ¿ridiculización o comprensión del ser humano?
- 5. Introducción al Quijote. Nueve criterios para interpretar el Quijote.
- 5.0. Filosofía y liderazgo en el Quijote.
- 5.1.1. El narrador del Quijote (1 de 4). Los autores ficticios del Quijote.
- 5.1.2. El narrador del Quijote (2 de 4). ¿Quién es Cide Hamete Benengeli?
- 5.1.3. El narrador del Quijote (3 de 4). Cervantes niega la certidumbre de un mundo unitario.
- 5.1.4. El narrador del Quijote (4 de 4): un cínico y un fingidor. Las mentiras del narrador del Quijote.
- 5.2.1. Suicidas y misántropos: Grisóstomo y Marcela, dos personajes anómicos o patológicos del Quijote.
- 5.2.2. El suicidio de Grisóstomo: el entierro civil más espectacular de la Literatura Española.
- 5.2.3. El mito de la pastora Marcela: la falacia de la libertad y la falacia del feminismo.
- 5.3. La parodia en el Quijote: Cervantes se burla de todos los idealistas.
- 5.4.1. El Quijote y los libros de caballerías.
- 5.4.2. El Quijote y la novela pastoril: un género literario bajo la dialéctica del realismo.
- 5.4.3. El Quijote y la novela bizantina: la caricatura del heroísmo idealista.
- 5.4.4. La novela morisca en el Quijote: la verosimilitud es un concepto inútil a la teoría literaria.
- 5.4.5. El Quijote y la novela cortesana: de las novelle italianas a la novela perspectivista española.
- 5.4.6. El Quijote y la novela picaresca.
- 5.4.7. Lo fantástico y lo maravilloso en el Quijote de Cervantes.
- 5.4.8. El Quijote y la novela autobiográfica: la realidad personal de la ficción en la novela moderna.
- 5.4.9. La novela epistolar en el Quijote: la carta como origen y modelo del ensayo.
- 5.4.10. El Quijote de Cervantes y la literatura sapiencial.
- 5.5.1. Don Quijote y su discurso sobre la Edad de Oro: una completa parodia del idealismo político.
- 5.5.2. La cara oculta del Quijote: originalidad del teatro de Cervantes intercalado en el Quijote.
- 5.5.2.1. Cervantes construye en el Quijote el teatro épico que, sin razón literaria, se atribuye a Bertolt Brecht.
- 5.5.2.2. Cómo interpretar las apariencias de la realidad a través de la literatura: don Quijote y el carro de las cortes de la muerte.
- 5.5.2.3. Cervantes, censor de obras literarias ajenas: el arte sin normas es un timo ideológico y un fraude cultural.
- 5.5.2.4. La vida humana como autoengaño individual y colectivo: la narración del Quijote como puro espectáculo teatral.
- 5.5.2.5. Cómo integrar el teatro en la novela moderna desde la comedia renacentista y barroca: así supera Cervantes la dramaturgia de Shakespeare.
- 5.5.3.1. Introducción a la poesía de Cervantes: idea de la lírica según don Quijote.
- 5.5.3.2. Cervantes y la poesía como artificio de ficciones: amar en verso en más importante que amar (sin más).
- 5.5.3.3.1 Secretos de la poesía: Argensola y Cervantes o cómo engañar con la verdad haciendo versos.
- 5.5.3.3.2. Las 5 características esenciales de la poesía de Miguel de Cervantes.
- 5.5.3.3.3. Cervantes, en la poesía, reemplaza la biografía personal y la verdad por el artificio y la mentira.
- 5.5.3.4.1. Más allá de la poesía del Quijote: introducción al Viaje del Parnaso de Cervantes.
- 5.5.3.4.2. Autorretrato literario de Cervantes: poeta cínico y filósofo burlón. Sobre el Viaje del Parnaso.
- 5.5.3.4.3. Cervantes insiste hasta la muerte en que la literatura es una lucha de la civilización contra la barbarie.
- 5.6.0.1. La locura de don Quijote es un artificio lúdico y crítico de Cervantes.
- 5.6.0.2. Don Quijote es un cuerdo que se finge loco para actuar con mayor libertad política.
- 5.6.1. Juego, fuero y locura en el Quijote: 3 trucos no literarios para sustraerse a las normas y a la ley.
- 5.6.2. La locura de don Quijote como eximente de responsabilidades: perdona a tus enemigos, pero no a los enemigos de tu lengua.
- 5.6.3. Así se divierte un «loco» como don Quijote: la locura como un uso lúdico de la razón.
- 5.6.4. Un envidioso es alguien que ha fracasado en su deseo de ser original: La locura de Cardenio frente a don Quijote.
- 5.6.5. La locura no es objeto de la medicina, sino de la literatura: don Quijote y el uso patológico de la razón.
- 5.6.6. La locura es la forma de cinismo preferida por las personas inteligentes: Don Quijote, el mayor cínico de la literatura universal.
- 5.6.7. ¿Por qué los locos necesitan público para teatralizar su locura? Don Quijote y la complicidad social de la locura.
- 5.6.8. ¿Por qué don Quijote no está realmente loco, sino que finge su locura?
- 5.6.9. El Quijote y las 4 ideas de locura presentes en la Literatura Universal.
- 5.7.1. Don Quijote como prototipo literario: el don Quijote de Avellaneda contra Cervantes y su filosofía.
- 5.7.2. La dialéctica entre Quijotes: Avellaneda contra Cervantes.
- 5.7.3. Don Quijote como personaje literario: Cervantes contra Avellaneda.
- 5.7.4. El Quijote de Avellaneda como parodia del Quijote de Cervantes.
- 5.7.5. El Quijote de Avellaneda como interpretación contrarreformista del Quijote de Cervantes: una transducción aberrante.
- 5.8.1. Contra las interpretaciones que hablan del Quijote como una obra literaria en la que todo es relativo.
- 5.8.2. Cómo explicar las ideas religiosas de Cervantes en el Quijote y su obra literaria.
- 5.8.2.1. El idealismo es una insatisfacción permanente: lo numinoso en el Quijote o las consecuencias del desengaño.
- 5.8.2.2. Autoengaño político y religioso: la mitología en el Quijote o la farsa del espectáculo.
- 5.8.2.3. Cervantes no es soluble en agua bendita: lo teológico en el Quijote o la antesala del ateísmo cervantino.
- 5.8.2.3.1. Cervantes y la Iglesia: don Quijote es el personaje que más curas apalea de la literatura universal.
- 5.8.2.3.2. Cervantes juega contra la religión: don Quijote hace un uso profano e indecoroso del rosario.
- 5.8.2.3.3. Cervantes juega con el suicidio y contra los sacramentos: Quiteria y Basilio, la farsa de un suicida astuto impostor e inconfeso.
- 5.8.2.3.4. 10 razones por las que Cervantes no es soluble en agua bendita y el Quijote es obra de un ateo.
- 5.8.3. Sobre las ideas políticas de Cervantes en el Quijote: objetivo de la crítica literaria posmoderna.
- 5.8.3.1. Las llamadas «minorías» en el Quijote y la literatura de Cervantes. Negocio de la crítica literaria posmoderna.
- 5.8.3.2. El morisco Ricote y los amigos del comercio: contrabandistas alemanes en un Quijote muy cervantino y muy antierasmista.
- 5.8.3.3. El Quijote y la libertad: la guerra es la distancia que separa a los idealistas de la realidad.
- 5.8.3.4. Zoraida y el cautivo, una extraña historia de amor y libertad en un Quijote sin dioses ni milagros.
- 5.8.3.5. Cervantes y sus ideas sobre la libertad y la justicia en el Quijote: la liberación de los galeotes.
- 5.9.1. La risa en el Quijote: al poder solo se le puede seducir, vencer o burlar.
- 5.9.2. La esencia de lo cómico en el Quijote de Cervantes: la experiencia cómica siempre contiene una experiencia crítica.
- 5.9.3. Lo grotesco, lo ridículo y la caricatura en el Quijote: lo paranormal como objeto de risa.
- 5.9.4. Escarnio y sarcasmo en el Quijote: las dos formas más violentas de lo cómico.
- 5.9.5. La negación del carnaval en el Quijote: contra Bajtín y los cervantistas carnavalescos.
- 5.9.6. En el Quijote no hay humor, ni sátira, sino ironía.
- 6. Crítica al Prólogo de las Novelas ejemplares de Cervantes.
- 6.0.1. Mujeres malvadas en la obra literaria de Miguel de Cervantes.
- 6.1. La gitanilla de Cervantes: la ética contra la moral.
- 6.2. Política y religión en El amante liberal de Cervantes.
- 6.3. Iglesia, nobleza y delincuencia organizada en Rinconete y Cortadillo de Cervantes.
- 6.4. El triunfo de la libertad humana en La española inglesa de Cervantes.
- 6.5. El individuo contra la sociedad en El licenciado Vidriera de Cervantes.
- 6.6. Fuerza y materia en La fuerza de la sangre de Miguel de Cervantes.
- 6.6.1. El patriarcado contra la violación aristocrática de la mujer en la literatura de Cervantes: La fuerza de la sangre.
- 6.7. Sarcasmo, parodia y celos en El celoso extremeño de Cervantes.
- 6.8. El Estado y el individuo ante las sociedades gentilicias: sobre La ilustre fregona de Cervantes.
- 6.9. Culpa, responsabilidad y arrepentimiento en Las dos doncellas de Cervantes.
- 6.10. ¿Qué es la libertad y para qué sirve? Sobre La señora Cornelia de Cervantes.
- 6.11. La mentira en El casamiento engañoso de Cervantes.
- 6.12. El coloquio de los perros: desmitificación crítica de todos los idealismos.
- 8.2. El narrador en el Persiles de Cervantes. Un ateo católico en el Siglo de Oro.
- 8.3. La risa en el Persiles: el humor de Cervantes que la crítica se negó a reconocer.
- 8.4. La ironía en el Persiles: Cervantes se burla de las normas de la literatura y de la religión.
- 8.5. La revolución religiosa del Persiles de Cervantes.
La Numancia de Cervantes,
entre las 30 obras canónicas más importantes
de la literatura universal
Presencia de La Numancia de Cervantes
en diferentes modelos históricos de tragedia
Cervantes y La Numancia:
la secularización de la tragedia en el teatro moderno
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