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II - Índice de los Prolegómenos de la Crítica de la razón literaria


Crítica de la razón literaria

 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
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Índice de los Prolegómenos


Prolegómenos, II 



II


Prolegómenos

a la lectura

de la Crítica de la razón literaria

 


                1. Más allá de la Crítica de la razón literaria.

                2. ¿Por qué la lectura de la Crítica de la razón literaria no requiere conocimientos previos? 

                3. Una obra interactiva para interpretar la literatura al margen de la Universidad.

                4. Carta abierta a los estudiantes de español de las universidades de Estados Unidos y Canadá.

                5. La Crítica de la razón literaria ante las filosofías: definición, clasificación e interpretación.





Derrida





II, 1 - Más allá de la Crítica de la razón literaria


Crítica de la razón literaria

 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
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Más allá de la Crítica de la razón literaria


Prolegómenos II, 1 


Jesús G. Maestro, Crítica de la razón literaria

Más allá de la Crítica de la razón literaria podría —acaso debería— ser el título más genuino para esta presente y definitiva edición. Con todo, estimamos oportuno preservar el título original de la obra, aunque no podemos negar que esta versión digital va más allá de lo que fue la primera edición de la Crítica de la razón literaria, impresa en 2017. Sintetizamos a continuación las razones principales.

En primer lugar, hay que hacer constar que esta edición suscribe y reproduce todos y cada uno de los criterios, postulados, datos, ideas, conceptos, argumentaciones y tesis planteados desde la primera publicación de la obra, en 2017, y reiterados en todas y cada una de las ediciones y reimpresiones posteriores.

En segundo lugar, la versión actual corrige las erratas tipográficas que se han podido identificar desde las versiones de 2017 hasta hoy.

En tercer lugar, la actual edición amplía fuertemente los contenidos de las anteriores, al introducir nuevas aportaciones, interpolaciones e interpretaciones en cada uno de los tres núcleos fundamentales de la Crítica de la razón literaria, especialmente en lo que se refiere a su segunda parte, la demostración práctica del racionalismo crítico de la literatura, con análisis de nuevos autores y obras de la literatura universal.

En cuarto lugar, se precisa a lo largo de toda la obra el objetivo original de combatir los cuatro fundamentalismos más poderosos que históricamente se han enfrentado a la literatura, tratando de limitar o destruir sus posibilidades de expresión, desarrollo y libertad. Me refiero a los fundamentalismos religioso, filosófico, científico y político. Este acoso fundamentalista no ha cesado jamás, desde sus orígenes más tempranos hasta los momentos más agónicos, hostiles e imperativos de la actual posmodernidad. Desde el Platón que en su República promulga el exterminio de la literatura, pasando por los patriarcas de todas las Iglesias y credos religiosos y teológicos, y a través de los positivismos científicos de la Ilustración y los siglos XIX y XX, hasta los actuales imperativos «democráticos» de lo políticamente correcto, bajo los cuales la creación y la interpretación literarias de hoy y de ayer quedan completamente hostilizadas y cercenadas, la literatura ha sido siempre una lucha constante por la libertad y por el racionalismo que conduce a la libertad. De hecho, la Historia de la Literatura ha sido y sigue siendo la historia de una lucha por la libertad. 

En quinto lugar, la actual edición digital y definitiva subraya uno de los hechos más genuinos de las versiones anteriores. Me refiero a la confluencia de dos perspectivas determinantes en la construcción de esta Teoría de la Literatura, sistematizada de forma científica, crítica y dialéctica: 1) la tradición literaria hispanogrecolatina, en la que se forma el autor, y 2) la reinterpretación teorías literarias precedentes, que la Crítica de la razón literaria lleva a cabo a lo largo de su desarrollo sistemático como Teoría de la Literatura de naturaleza científica, crítica y dialéctica[1]

En sexto lugar, la Crítica de la razón literaria constituyó desde su misma concepción e intención genuinas una obra cuyo objetivo primordial fue plantarse convictamente ante una intolerable tradición, muy arraigada en España desde el siglo XVIII, y muy implantada en el curso histórico de los estudios literarios. Se trata de una absurda inercia que consiste en seguir y asumir, acríticamente, todo lo foráneo, todo lo procedente del extranjero, todo lo que no está escrito en español, de forma indiscutida, irresponsable, e incluso jactanciosa. Mis maestros y profesores, como los de toda mi generación, e incluso de generaciones anteriores a la mía, y lamentablemente también posteriores, explicaban como una «valiosa novedad» en España todo tipo de teorías literarias procedentes del extranjero. Resultaba y resulta irritante comprobar el grado de sumisión, de infantilismo, de inmadurez, de inconsciencia, de ignorancia incluso, de servilismo indisimulado, al constatar cómo se asumían y asumen sin criba ninguna estas teorías y corrientes de interpretación literaria. Todo eso era «teoría literaria» de importación, resultado de traducciones y copias de unas lenguas a otras, sin más. Era un hecho que, ante todo, reflejaba para mí algo inaceptable: la renuncia —o la incapacidad— de nuestros maestros y profesores frente a la exigencia de construir una teoría literaria en español, desde una tradición, la hispanogrecolatina, que además de ser la propia, es decir, la nuestra, era y es, por lo que a la literatura se refiere, mucho más poderosa que las procedentes de otros dominios culturales, con sede en la Anglosfera o en la Europa septentrional. 

España e Hispanoamérica seguían, en materia literaria, a merced de la Anglosfera, incluso a comienzos del siglo XXI. En España nos tragamos durante décadas todos los formalismos rusos, eslavos y franceses, todos los estructuralismos checos y eslovacos, todos los círculos europeos habidos y por haber, de Viena a Copenhague y desde Moscú y hasta los cuernos de la Luna llena, con tal de no pisar ni mencionar la tradición hispanogrecolatina de los estudios literarios españoles e hispanoamericanos. De la teoría literaria afrancesada pasamos en albricias a la germanofilia de la estética de la recepción, y tras un regodeo más que virtual por la fantasmagórica «ciencia empírica» de la literatura o por la telepática teoría de los polisistemas —más de lo mismo—, llegamos a la dicha compartida y contemplativa de los estudios culturales en el más crudo e inocuo éxtasis anglosajón y globalizante[2]

Los estudios culturales constituyeron la mayor destrucción y devastación de la cultura popular que la Historia ha conocido jamás. Una cultura popular que fue popular hasta que las élites la intervinieron y la «cultivaron» a su modo, para convertirla en un instrumento al servicio de sus propios intereses económicos, políticos e ideológicos. No en vano las élites sólo intervienen para arrebatarle al pueblo lo que éste ha conseguido por méritos y esfuerzos propios. Pues bien, contra toda esta irresponsabilidad académica, la Crítica de la razón literaria desplegó sus planteamientos, con una beligerancia que jamás se ocultó ni se atenuó, y que puede sintetizarse en la siguiente tesis: Cervantes es superior e irreductible a Shakespeare, y entre ambos no cabe de ninguna manera una comparación en términos de igualdad, isovalencia o hendíadis. Dicho de otro modo, no podemos interpretar la literatura escrita en español con métodos de interpretación diseñados por autores que desconocen la literatura más potente de todas las literaturas, es decir, la literatura escrita en español. La literatura es, como la guerra, una prolongación de la política, y en este enfrentamiento hegemónico de potencias históricas es inevitable desembocar en el conflicto que desde siempre ha enfrentado a la Anglosfera con la Hispanosfera. Y en este conflicto la Crítica de la razón literaria ha jugado también sus cartas.

El resultado de cuanto acabamos de sintetizar tan sumariamente es la actual edición digital que el lector tiene a su disposición, de forma abierta, libre y gratuita. Así lo ha querido el autor, partidario de una educación pública igualmente abierta y libre, gratuita y de calidad.

No tengo nada más que decir.

Muchas gracias por vuestra atención y hasta siempre.


Jesús G. Maestro

Gijón, España, 1 de diciembre de 2022.


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NOTAS

[1] Junto a la reinterpretación de teorías literarias se ha llevado a cabo también una reinterpretación de algunas corrientes filosóficas, entre ellas el materialismo filosófico de Gustavo Bueno. En este punto, debe tenerse en cuenta —ha de insistirse en ello, porque inexplicablemente se ha ignorado con grave frecuencia— que cuando el autor afronta la reinterpretación del materialismo filosófico en la Crítica de la razón literaria, no llega a la obra de Bueno en un estado «virginal» o de «pureza», sino como profesor universitario, en ejercicio desde hacía ya dos décadas, en varias instituciones académicas, españolas y extranjeras. A diferencia de algunos de los discípulos de Bueno, el autor no se forma en el materialismo filosófico, sino que decide reinterpretarlo en su propia obra una vez se ha formado en otros campos profesionales, como es el de la Filología y el de la enseñanza universitaria de la teoría literaria y sus posibilidades de investigación y desarrollo. Nuestro acceso a la obra de Bueno ha sido completamente exogámico, y como tal se ha mantenido siempre. De hecho, la Crítica de la razón literaria es la obra propia de un intérprete, no de un discípulo. Además, a la vista está que no he sido jamás discípulo de nadie, ni ortodoxo —ni mucho menos obediente ni obsecuente— en la interpretación del magisterio de nadie. Ni mucho menos desde las exigencias de algunos seguidores del buenismo, con quienes nunca he tenido nada que ver. Ha de advertirse que nuestra interpretación crítica de la filosofía de Bueno es resultado de una actividad académica, universitaria y profesional, que siempre hemos desarrollado de forma voluntaria, libre e independiente, y que no guarda ninguna relación con los diferentes conflictos y polémicas que de forma habitual diversos buenistas mantienen entre sí. Vid., por ejemplo, Camprubí Bueno y Pérez Jara (2022). Observe el lector el «rigor» de este debate, en vídeo, sobre el ego trascendental, y compruebe por sí mismo, directamente y sin intermediarios, lo que hay: https://youtu.be/hMgmDGA4W6QSe comprende de este modo, entre otras cosas, que la Crítica de la razón literaria explique la literatura desde las exigencias de la propia literatura, y no desde las exigencias del materialismo filosófico, ni de ningún otro sistema del pensamiento ajeno a nuestra propia obra. Hemos escrito un libro para interpretar la literatura, no para entrar en debates ajenos e irrelevantes a nuestra actividad científica y académica.

[2] Resulta completamente irónico que en un volumen colectivo, titulado Teoría literaria española con voz propia (Sanz Cabrerizo, 2009), concebido para dar cuenta de la teoría de la literatura desarrollada en España entre fines del siglo XX y comienzos del XXI, todas las contribuciones estuvieran saturadas de teoría literaria anglosajona, de sus pautas, de sus metodologías, de sus exigencias, de sus formas y de sus contenidos. Eso no es disponer de voz propia, española o hispánica, eso es precisamente todo lo contrario, es decir, carecer de originalidad y competencias propias, y someter irresponsablemente la legitimidad de nuestro trabajo académico, de nuestra actividad docente y de nuestra responsabilidad científica a un ventrílocuo anglosajón.






Información complementaria


⸙ Referencia bibliográfica de esta entrada

  • MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «Más allá de la Crítica de la razón literaria», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (Prolegómenos, II, 1), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).


⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria



⸙ Glosario 



⸙ Atestaciones de la Crítica de la razón literaria (II, 1)

  • La Crítica de la razón literaria no legitima ninguna filosofía. Antes al contrario, las critica, delimita y reinterpreta, desautorizándolas a todas cuando,  ignorantes de su servilismo a la religión y a la política, pretenden hablar en nombre de la literatura.

⸙ Enlaces recomendados 



⸙ Vídeos recomendados



Crítica a la enseñanza de la Teoría de la Literatura
en las Universidades actuales






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Jesus G. Maestro



II, 2 - ¿Por qué la lectura de la Crítica de la razón literaria no requiere conocimientos previos?


Crítica de la razón literaria

 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
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¿Por qué la lectura de la Crítica de la razón literaria no requiere conocimientos previos?


Prolegómenos II, 2 


Foucault

Algunas personas se preguntan si la Crítica de la razón literaria requiere conocimientos previos. La respuesta es que no. La Crítica de la razón literaria no requiere ni exige conocimientos previos, salvo saber leer y escribir correctamente: en español.

La Crítica de la razón literaria es un libro, articulado en tres partes fundamentales, en el que se expone una Teoría de la Literatura, es decir, un sistema de conceptos destinados a la interpretación científica, crítica y dialéctica de la literatura. No es necesario haber cursado una carrera universitaria, ni nada parecido, para leer esta obra de forma cómoda y solvente.

Este libro se ha concebido y redactado para que cualquier lector, cualquier persona, sea cual sea su formación, pueda disponer, en lengua española, de una teoría literaria que le permita llevar a cabo la interpretación crítica de cualquier texto literario, y de enfrentarse incluso a otras teorías literarias de forma accesible y eficaz.

No es necesaria la lectura previa de ningún otro libro, ni de ningún otro autor, ni de nada en particular, para leer de forma comprensiva y solvente la Crítica de la razón literaria. Todo lo que hay que saber para entender y aplicar lo que se dice en la Crítica de la razón literaria está contenido en la misma Crítica de la razón literaria. Es un libro autosuficiente. El lector, cualquier lector, no necesita más. El lector de este libro no requiere otros libros. Está ante una obra que no exige saberes previos. Y no los exige porque, precisamente, los proporciona. No busques fuera de la Crítica de la razón literaria los conocimientos que están contenidos dentro de esta obra. No busques lejos de ti lo que tienes delante de ti, y a tu entera disposición. La Crítica de la razón literaria sólo exige a sus lectores saber leer y escribir correctamente: en español. Subrayamos, en estos tiempos, lo de en español.

Una vez iniciada la lectura de esta obra, el lector observará que, ante todo, se le invita en cada página a leer obras literarias. Porque todo lo que se explica se ejemplifica con citas y materiales literarios. Todo lo que se despliega a lo largo de la Crítica de la razón literaria está implicado en la literatura, remite a la literatura y exige la presencia de la literatura y de todos y cada uno de sus materiales esenciales: autores de referencia, obras concretas y accesibles, lectores célebres e interpretaciones canónicas y heterodoxas de pasajes y textos literarios fundamentales.

La Crítica de la razón literaria contiene un repertorio definido de obras canónicas de la literatura universal, casi todas ellas sometidas a un estudio comparado entre sí. Quien desee disponer de una lista de autores y obras de cabecera, de escritores y de textos decisivos en la Historia de la Literatura, podrá encontrarla detalladamente expuesta y comentada en la parte segunda de esta trilogía: de Homero a Camilo José Cela, de la Biblia a Cervantes y del Poema de Gilgamesh a William Shakespeare, de Rabelais a Tolstoi, y del Cantar de mio Cid a la poesía de Thomas Hardy o Luis Antonio de Villena.

Si la primera parte expone una Teoría de la Literatura al completo, es decir, un sistema de conceptos explicativos de lo que la literatura es, y la segunda parte despliega un canon literario detenidamente comentado y comparado entre todas y cada una de sus obras constituyentes, la parte tercera y última se dedica a enfrentar histórica y dialécticamente las diferentes teorías literarias que se han desarrollado desde los orígenes de esta disciplina hasta nuestro tiempo, el siglo XXI.

No puede negarse la utilidad de esta obra especialmente para estudiantes, investigadores y profesores universitarios, cuyo objeto de conocimiento es la Literatura, la Teoría de la Literatura, la Literatura Comparada, la Filosofía, la Filología, y las denominadas, en términos muy generales, ciencias humanas. De cada uno de los 8 capítulos que constituyen la primera parte, pueden extraerse desarrollos importantes en relación con 1) los postulados fundamentales de una teoría literaria contemporánea, 2) un concepto muy definido de lo que es la literatura, 3) una teoría sobre el origen y la genealogía de la literatura, 4) una ontología literaria, objetivada en sus materiales esenciales (autor, obra, lector e intérprete o transductor), 5) una delimitación de la Teoría de la Literatura como ciencia categorial de la literatura, 6) una teoría de los géneros literarios, 7) una teoría de la ficción literaria y, finalmente, 8) una teoría de la Literatura Comparada. Todo esto encontrará el lector a su disposición, así como un glosario de términos, una antología literaria, una bibliografía actualizada desde internet y una videoteca académica desde la que se responde regularmente a las dudas que puedan plantear sus lectores.

Se completa así un sistema teórico, crítico y dialéctico de saberes literarios, desde criterios científicos, filosóficos y académicos, totalmente disponibles al entendimiento de cualquier lector capaz de comprender cuanto está escrito en lengua española.

 




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⸙ Referencia bibliográfica de esta entrada

  • MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «¿Por qué la lectura de esta Crítica de la razón literaria no requiere conocimientos previos?», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (Prolegómenos, II, 2), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).


⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria



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¿Por qué la lectura de la Crítica de la razón literaria
no requiere conocimientos previos?




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Jesús G. Maestro



II, 3 - Una obra interactiva para interpretar la literatura al margen de la Universidad


Crítica de la razón literaria

 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
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Una obra interactiva para interpretar la literatura al margen de la Universidad


Prolegómenos II, 3 


Marx

La Crítica de la razón literaria es una obra del presente cuyo objetivo se orienta hacia un futuro inmediato: la interpretación de la literatura en una sociedad carente de Universidades.

En primer lugar, porque la Crítica de la razón literaria es una obra permanentemente interactiva con el lector, y lo seguirá siendo, a través de su plena disponibilidad en internet, por lo que se refiere a la totalidad de su texto y contenidos, así como su bibliografía, glosario de términos fundamentales, apostillas complementarias y canal de YouTube. Es, en suma, una obra construida para sobrevivir por sí sola, en el ejercicio de la interpretación de la literatura, una vez que la Universidad haya desaparecido completamente de nuestras sociedades «democráticas» y de nuestras instituciones estatales. La Crítica de la razón literaria se concibió para sobrevivir a la Universidad, y para que tú, lector, sin necesidad de estar ni en la Universidad ni en ninguna otra institución educativa, puedas interpretar lo que la literatura es.

En segundo lugar, porque el autor de esta obra presintió, desde hace más de dos décadas, la visible destrucción de la enseñanza de la literatura en las Universidades actuales, y porque, ante tal evidencia, concibió la Crítica de la razón literaria de forma que esta obra pudiera preservarse de todo desamparo universitario, académico e institucional, y sobrevivir libremente.

El exterminio de los estudios universitarios en materia de literatura, filología, Historia y filosofía crítica, es un hecho al que nos enfrentamos desde hace años, y que en la actualidad está prácticamente consumado. Los estudios culturales, de diseño e importación anglosajona y francoalemana, han reemplazado por completo a los estudios literarios, de tradición esencialmente hispánica. El afán europeísta y nesciente de las élites políticas españolas ha contribuido, desde los últimos años del franquismo ―y sobre todo durante la democracia implantada con la III Restauración borbónica[1] del Régimen de 1978―, a destruir todo un sistema educativo de naturaleza y contenido propios de un Hispanismo hoy totalmente disuelto, ignorado e incluso menospreciado de forma oficial. En favor de esta disolución, nesciencia y menosprecio, lleva trabajando, a pleno rendimiento, todo tipo de instituciones políticas, sociales, ideológicas y autonómicas. Y, por encima de todas ellas, la Universidad: un órgano que se ha comportado como el auténtico ángel exterminador del Hispanismo.

Nada más irónico, por ejemplo, que un Instituto Cervantes destinado a promover lenguas que no son el español, o lenguas precolombinas, de espaldas a políticas lingüísticas y literarias orientadas a la consolidación del español como lengua política, académica y literaria. Lo mismo cabe decir de múltiples asociaciones que llevan en su denominación el título de «Hispanista», y que, sin embargo, se dedican más a difundir contenidos negrolegendarios y culturalistas contra España, su Historia, su filología, su literatura y su Teoría de la Literatura, que a preservar, explicar y defender lo que de Hispanismo hay en el Hispanismo.

A toda esta orfandad política hay que añadir, en el terreno de los estudios hispánicos, la inminente desaparición de la Universidad como institución capaz de administrar, organizar y promover conocimientos relacionados con la literatura. ¿Cómo estudiar la literatura en una sociedad que ha exterminado la literatura de sus instituciones educativas y universitarias? ¿Cómo saber qué es literatura y qué no lo es? ¿Cómo distinguir la literatura de la religión, de la filosofía o de los libros de autoayuda? ¿Cómo evitar la confusión entre Cervantes y Harry Potter? ¿Cómo explicar la ficción literaria ante la ficción histórica, o ante cualesquiera otras formas de ficción? ¿Cómo dar cuenta de las incompatibilidades esenciales que surgen ante la literatura entre ficción, apariencia y mentira? ¿Cómo diferenciar la poesía de Juan Ramón Jiménez de la de Bob Dylan? ¿Cómo impedir que, año tras año, cada 23 de abril, Shakespeare pueda compararse en términos de igualdad con Cervantes? ¿Cómo evitar que la idea de literatura se disuelva acríticamente en la idea de texto, porque la realidad no es una pantextualidad? ¿Cómo situar a Inglaterra o a Estados Unidos en una segunda o tercera ―o incluso ínfima― división de autores y obras literarios, en un mundo en el que, universitariamente, científicamente, filológicamente, no es posible distinguir lo que es literatura de lo que no lo es, porque se nos impone vivir en una sociedad ignorante y yerma, de diseño anglosajón y europeísta? ¿Por qué precisamente los Estados y las potencias políticas menos valiosas literariamente quieren imponernos una idea de literatura esterilizante por completo de lo que la literatura es? ¿Por qué son sobre todo de procedencia anglosajona los presuntos teóricos de la literatura ―que ni son teóricos, ni lo son de la literatura― los que nos imponen, a través de la industria cultural, universitaria y editorial de los Estados Unidos, una idea de literatura totalmente incompatible con la realidad de lo que la literatura es? ¿Por qué y para qué los estudios culturales han reemplazado y exterminado los estudios literarios?

La respuesta es evidente: porque sin una idea precisa y sólida de literatura, nuestra principal potencia lingüística y literaria, el español y la literatura en español, es decir, los contenidos fundamentales del Hispanismo, carecen de todo valor, de modo que nuestra civilización queda completamente neutralizada y desposeída de recursos cruciales ante la depredación angloestadounidense y germanoeuropeísta.

La globalización, anglosajona y posmoderna, imagina y diseña el futuro del mundo, de Occidente y de España, como si ese futuro ―como si el mundo, Occidente o España, incluso― procediera históricamente de Estados Unidos, un país en realidad sin Historia, y lo que es más grave aún, sin literatura. Nuestro futuro no responde a la lógica de la Anglosfera. ¿Por qué nuestros universitarios, alumnos y profesores, buscan explicaciones en inglés a problemas en español? Porque no saben ser originales y porque son ignorantes de su propia cultura, es decir, de su propia Historia, de su propia literatura, y, sobre todo, de sus propias posibilidades.

La destrucción de un modelo de Universidad, en la que habrían de preservarse y potenciarse los estudios literarios, dentro de los cuales el Hispanismo debería desempeñar un papel absolutamente fundamental, es decisiva. El Plan de Bolonia, de hechura estadounidense en plena geografía europea, no tenía como objetivo tanto reformar la Universidad de las democracias occidentales cuanto neutralizar en ella todo lo que pudiera rivalizar con el modelo de mundo anglosajón. Dicho de otro modo: el objetivo era y es ―entre otras cosas― exterminar el Hispanismo del mundo económico, político y, por supuesto, también académico.

En este contexto de dialéctica de Estados, cuya lucha, por lo que nos concierte en tanto que profesores, tiene lugar en el terreno de las instituciones educativas y universitarias, en este contexto ―digo―, se concibió y escribió la Crítica de la razón literaria, con el fin de construir en español, y desde la tradición filológica, histórica y filosófica del Hispanismo, una Teoría de la Literatura destinada, en primer lugar, a contrarrestar la influencia, a mi juicio totalmente nefasta y nesciente, de la presunta teoría literaria de manufactura anglosajona y europeísta, y, en segundo lugar, a proporcionar ―a todo tipo de lector― medios y recursos capaces de dotarle de conocimientos de interpretación literaria al margen de la Universidad, y de cualesquiera otras instituciones educativas, tomadas todas ellas en estos momentos por ideologías posmodernas cuyo propósito es hacer incomprensible e ininteligible la literatura en todas sus facetas, expresiones y manifestaciones.

El fin de la presunta teoría literaria anglosajona, afrancesada y amanerada en muchos aspectos, y heredera de un idealismo alemán totalmente caduco y retrógrado en nuestros días, es destruir, o deconstruir, por usar el término propio de Derrida y de toda su posmodernidad, la idea y el concepto mismos de literatura. Es sorprendente cómo casi todo el profesorado contemporáneo se ha dejado seducir, de forma insipiente, y sobre todo muy irresponsablemente, por un modo de considerar la literatura que tiene como resultado único la destrucción irrevocable de su actividad profesional ―y de todos sus contenidos― como docente y como investigador, nada menos que en todas las instituciones políticas que los Estados modernos han construido durante los últimos siglos, del mismo modo que un arquitecto puede sentirse siniestramente atraído por materiales contaminantes para construir una vivienda, o un médico por el deseo patológico de inocular en un paciente sano un virus letal. Algún día habrá que juzgar la conducta, y la presunta laboriosidad, de tantos y tantos docentes e investigadores que dedicaron su vida a medrar profesionalmente a cambio de corromper la Filología, la Filosofía, la Historia y la Teoría de la Literatura, entre otras muchas disciplinas académicas.

Ante esta perspectiva, la Crítica de la razón literaria es una obra capaz de ofrecer al lector, al margen totalmente de la Universidad, o incluso ―explícitamente― contra la Universidad, y contra cuanto en ella se enseña de forma oficial y políticamente correcta, una interpretación inteligible de lo que la literatura es, tomando como referencia el Hispanismo y la literatura española o literatura en español. Porque, como hemos dicho en diferentes momentos y lugares, si la literatura es, como de hecho es, un problema, el Hispanismo es su más acertada y competente solución


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NOTAS

[1] La primera de las restauraciones de la dinastía borbónica en el trono de España fue la de Fernando VII, según el Tratado de Valençay, el 11 de diciembre de 1813, aunque este hombre no entró realmente en nuestro país hasta marzo del año siguiente. La segunda de las restauraciones fue la de Alfonso XII, que se produce con el Golpe de Estado del general Martínez-Campos, el 29 de diciembre de 1874.






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  • MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «Una obra interactiva para interpretar la literatura al margen de la Universidad», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (Prolegómenos, II, 3), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).


⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria



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Una obra interactiva para interpretar la literatura 
al margen de la Universidad




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