⏩ La Crítica de la razón literaria es una
obra del presente cuyo objetivo se orienta hacia un futuro inmediato: la
interpretación de la literatura en una sociedad carente de Universidades.
⏩ En primer
lugar, porque la Crítica de la razón
literaria es una obra permanentemente interactiva con el lector, y lo seguirá
siendo, a través de su plena disponibilidad en internet, por lo que se refiere a la totalidad de su texto y contenidos, así como su bibliografía, glosario de términos fundamentales, apostillas
complementarias y canal de YouTube. Es, en suma, una obra construida para
sobrevivir por sí sola, en el ejercicio de la interpretación de la literatura,
una vez que la Universidad haya desaparecido completamente de nuestras
sociedades «democráticas» y de nuestras instituciones estatales. La Crítica de la razón literaria se
concibió para sobrevivir a la Universidad, y para que tú, lector, sin necesidad
de estar ni en la Universidad ni en ninguna otra institución educativa, puedas
interpretar lo que la literatura es.
⏩ En
segundo lugar, porque el autor de esta obra presintió, desde hace más de dos
décadas, la visible destrucción de la enseñanza de la literatura en las Universidades actuales, y porque, ante tal evidencia, concibió la Crítica de la razón literaria de forma
que esta obra pudiera preservarse de todo desamparo universitario, académico e
institucional, y sobrevivir libremente.
⏩ El
exterminio de los estudios universitarios en materia de literatura, filología,
Historia y filosofía crítica, es un hecho al que nos enfrentamos desde hace años, y que
en la actualidad está prácticamente consumado. Los estudios culturales, de diseño e importación anglosajona y
francoalemana, han reemplazado por completo a los estudios literarios, de tradición esencialmente hispánica. El afán
europeísta y nesciente de las élites políticas españolas ha contribuido, desde
los últimos años del franquismo ―y sobre todo durante la democracia implantada con
la III Restauración borbónica[1] del Régimen de 1978―, a destruir todo un sistema
educativo de naturaleza y contenido propios de un Hispanismo hoy totalmente
disuelto, ignorado e incluso menospreciado de forma oficial. En favor de esta
disolución, nesciencia y menosprecio, lleva trabajando, a pleno rendimiento,
todo tipo de instituciones políticas, sociales, ideológicas y autonómicas. Y,
por encima de todas ellas, la Universidad: un órgano que se ha comportado como
el auténtico ángel exterminador del Hispanismo.
⏩ Nada más
irónico, por ejemplo, que un Instituto Cervantes destinado a promover lenguas que no son el español, o lenguas precolombinas, de espaldas a políticas lingüísticas y literarias
orientadas a la consolidación del español como lengua política, académica y
literaria. Lo mismo cabe decir de múltiples asociaciones que llevan en su
denominación el título de «Hispanista», y que, sin embargo, se dedican más a
difundir contenidos negrolegendarios y culturalistas contra España, su
Historia, su filología, su literatura y su Teoría de la Literatura, que a
preservar, explicar y defender lo que de Hispanismo hay en el Hispanismo.
⏩ A toda
esta orfandad política hay que añadir, en el terreno de los estudios
hispánicos, la inminente desaparición de la Universidad como institución capaz
de administrar, organizar y promover conocimientos relacionados con la
literatura. ¿Cómo estudiar la literatura en una sociedad que ha exterminado la
literatura de sus instituciones educativas y universitarias? ¿Cómo saber qué es
literatura y qué no lo es? ¿Cómo distinguir la literatura de la religión, de la
filosofía o de los libros de autoayuda? ¿Cómo evitar la confusión entre
Cervantes y Harry Potter? ¿Cómo explicar la ficción literaria ante la ficción
histórica, o ante cualesquiera otras formas de ficción? ¿Cómo dar cuenta de las
incompatibilidades esenciales que surgen ante la literatura entre ficción,
apariencia y mentira? ¿Cómo diferenciar la poesía de Juan Ramón Jiménez de la de Bob Dylan? ¿Cómo impedir que, año
tras año, cada 23 de abril, Shakespeare pueda compararse en términos de igualdad
con Cervantes? ¿Cómo evitar que la idea
de literatura se disuelva acríticamente en la idea de texto, porque la realidad no es una pantextualidad? ¿Cómo
situar a Inglaterra o a Estados Unidos en una segunda o tercera ―o incluso
ínfima― división de autores y obras literarios, en un mundo en el que,
universitariamente, científicamente, filológicamente, no es posible distinguir
lo que es literatura de lo que no lo es, porque se nos impone vivir en una
sociedad ignorante y yerma, de diseño anglosajón y europeísta? ¿Por qué
precisamente los Estados y las potencias políticas menos valiosas
literariamente quieren imponernos una idea de literatura esterilizante por
completo de lo que la literatura es? ¿Por qué son sobre todo de procedencia
anglosajona los presuntos teóricos de la literatura ―que ni son teóricos, ni lo
son de la literatura― los que nos imponen, a través de la industria cultural,
universitaria y editorial de los Estados Unidos, una idea de literatura
totalmente incompatible con la realidad de lo que la literatura es? ¿Por qué y
para qué los estudios culturales han
reemplazado y exterminado los estudios literarios?
⏩ La
respuesta es evidente: porque sin una idea precisa y sólida de literatura,
nuestra principal potencia lingüística y literaria, el español y la literatura
en español, es decir, los contenidos fundamentales del Hispanismo, carecen de
todo valor, de modo que nuestra civilización queda completamente neutralizada y
desposeída de recursos cruciales ante la depredación angloestadounidense y
germanoeuropeísta.
⏩ La globalización, anglosajona y posmoderna, imagina y diseña el futuro del mundo, de Occidente y de España, como si ese futuro ―como si el mundo, Occidente o España, incluso― procediera históricamente de Estados Unidos, un país en realidad sin Historia, y lo que es más grave aún, sin literatura. Nuestro futuro no responde a la lógica de la Anglosfera. ¿Por qué nuestros universitarios, alumnos y profesores, buscan explicaciones en inglés a problemas en español? Porque no saben ser originales y porque son ignorantes de su propia cultura, es decir, de su propia Historia, de su propia literatura, y, sobre todo, de sus propias posibilidades.
⏩ La
destrucción de un modelo de Universidad, en la que habrían de preservarse y
potenciarse los estudios literarios, dentro de los cuales el Hispanismo debería
desempeñar un papel absolutamente fundamental, es decisiva. El Plan de Bolonia,
de hechura estadounidense en plena geografía europea, no tenía como objetivo
tanto reformar la Universidad de las democracias occidentales cuanto
neutralizar en ella todo lo que pudiera rivalizar con el modelo de mundo
anglosajón. Dicho de otro modo: el objetivo era y es ―entre otras cosas―
exterminar el Hispanismo del mundo económico, político y, por supuesto, también
académico.
⏩ En este
contexto de dialéctica de Estados, cuya lucha, por lo que nos concierte en
tanto que profesores, tiene lugar en el terreno de las instituciones educativas
y universitarias, en este contexto ―digo―, se concibió y escribió la Crítica de la razón literaria, con el
fin de construir en español, y desde la tradición filológica, histórica y
filosófica del Hispanismo, una Teoría de la Literatura destinada, en primer
lugar, a contrarrestar la influencia, a mi juicio totalmente nefasta y
nesciente, de la presunta teoría literaria de manufactura anglosajona y europeísta, y, en segundo lugar, a proporcionar ―a todo tipo de lector― medios
y recursos capaces de dotarle de conocimientos de interpretación literaria al
margen de la Universidad, y de cualesquiera otras instituciones educativas,
tomadas todas ellas en estos momentos por ideologías posmodernas cuyo propósito
es hacer incomprensible e ininteligible la literatura en todas sus facetas,
expresiones y manifestaciones.
⏩ El fin de
la presunta teoría literaria anglosajona, afrancesada y amanerada en muchos
aspectos, y heredera de un idealismo alemán totalmente caduco y retrógrado en
nuestros días, es destruir, o deconstruir,
por usar el término propio de Derrida y de toda su posmodernidad, la idea y el
concepto mismos de literatura. Es sorprendente cómo casi todo el profesorado
contemporáneo se ha dejado seducir, de forma insipiente, y sobre todo muy
irresponsablemente, por un modo de considerar la literatura que tiene como
resultado único la destrucción irrevocable de su actividad profesional ―y de
todos sus contenidos― como docente y como investigador, nada menos que en todas
las instituciones políticas que los Estados modernos han construido durante los
últimos siglos, del mismo modo que un arquitecto puede sentirse siniestramente atraído
por materiales contaminantes para construir una vivienda, o un médico por el
deseo patológico de inocular en un paciente sano un virus letal. Algún día
habrá que juzgar la conducta, y la presunta laboriosidad, de tantos y tantos
docentes e investigadores que dedicaron su vida a medrar profesionalmente a
cambio de corromper la Filología, la Filosofía, la Historia y la Teoría de la
Literatura, entre otras muchas disciplinas académicas.
⏩ Ante esta
perspectiva, la Crítica de la razón
literaria es una obra capaz de ofrecer al lector, al margen totalmente de
la Universidad, o incluso ―explícitamente― contra la Universidad, y contra cuanto
en ella se enseña de forma oficial y políticamente correcta, una interpretación
inteligible de lo que la literatura es, tomando como referencia el Hispanismo y
la literatura española o literatura en español. Porque, como hemos dicho en
diferentes momentos y lugares, si la literatura es, como de hecho es, un
problema, el Hispanismo es su más acertada y competente solución.
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NOTAS
[1] La primera de las restauraciones de la dinastía borbónica en el trono de España fue la de Fernando VII, según el Tratado de Valençay, el 11 de diciembre de 1813, aunque este hombre no entró realmente en nuestro país hasta marzo del año siguiente. La segunda de las restauraciones fue la de Alfonso XII, que se produce con el Golpe de Estado del general Martínez-Campos, el 29 de diciembre de 1874.