Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica
del conocimiento racionalista de la literatura
Preliminares a una teoría de los géneros literarios
Me atrevería a afirmar algo quizá escandaloso, y es la escasa fecundidad que, a efectos, críticos, ha tenido algo tan permanentemente traído y llevado por los siglos como son los géneros literarios. La suma de especulaciones sobre este problema y la innegable agudeza y profundidad de muchas de ellas apenas han tenido efectos operativos, si se descuentan sus aplicaciones en el período clásico y neoclásico, que dieron como resultado el desprestigio de la noción misma de «género» […]. El caso es que, en este terreno, los esfuerzos siguen siendo muchos y los resultados para salirse de la secular tríada Épica - Lírica - Dramática, incluyendo sin mucha novedad la Didáctica como hace H. Seidler, o introduciendo —para romper el sistema tripartito, fruto del «esteticismo burgués»— el ensayo, el folletón, el informe periodístico, la sátira polémica, etc., conforme al intento de J. G. Bockh; o, por la fuerza de los tiempos, el filme, según la propuesta de S. K. Langer. Una red más tupida de géneros no va a facilitarnos la empresa de aprehender con mayor facilidad la obra concreta, que siempre hallará un agujero por donde escurrírsenos. No parece que deban producirse por ahí los intentos para proporcionar fecundidad crítica al concepto de «género», porque lo máximo que podremos alcanzar con él es una clasificación aproximada. Y ese parece pobre objetivo para el crítico.
Fernando Lázaro Carreter, «Sobre el género literario» (1976/1986: 14-15).
El objetivo de la Teoría de la Literatura es demostrar que la literatura es inteligible. Y que lo es para todos aquellos lectores que, capaces de asumir críticamente una educación científica —frente a quienes viven limitados por sus creencias psicológicas y sus ideologías gremiales—, pueden convertirse en intérpretes del mundo en el que viven. Porque el lector interpreta para sí, mientras que el intérprete o transductor interpreta para los demás. Y porque la literatura no es un enigma inexplicable ni un discurso insoluble en la razón, aunque la obra de muchos «teóricos de la literatura» sí sea con muy excesiva frecuencia un jeroglífico incomprensible o un artilugio retórico indescifrable.
En los últimos tiempos —tiempos posmodernos— la Teoría de la Literatura, es decir, lo que se exhibe y hace pasar como tal, crece en la medida en que la literatura se desvanece y en la misma medida en que la crítica desaparece. La crítica se finge y se simula, pero no se ejerce. La dialéctica efectiva se sustituye por un relativismo mágico, destinado a salvaguardar la virginidad de los dogmas, que permanecen incombustibles a los ojos, tacto y degustación de todos cuantos se sirven rentablemente de ellos. Se respeta una presunta identidad cultural, mítica, salvaje, primitiva, incívica, retrógrada, estúpida y, sobre todo, nesciente. Sobremanera se fortalecen irracionalmente los dogmas. Se critican apariencias y creencias, con cuidado de dejar intactas las causas de los problemas, cuya solución supondría el fin de la explotación de la miseria, es decir, la destrucción de la gallina de los huevos de oro. No interesa acabar con los prejuicios, sino explotarlos. Interesa afirmar que no hay ideas, y que todo es ideología. Interesa negar la verdad de la ciencia, y declarar sofísticamente que todo es prejuicio. Interesa confundir la verdad con la mentira, y analfabetizar sistemáticamente, desde las instituciones académicas y universitarias formateadas por la posmodernidad, al mayor número posible de individuos, debidamente gremializados en grupos y subgrupos, que resultan entre sí cada vez más autistas y más insolidarios, y muy ignorantes de lo que realmente pasa en la calle.
Voy a ocuparme en este capítulo 7 de los géneros literarios, una de las dimensiones de la teoría y de la crítica literarias que menos han evolucionado en los últimos años. Y no por casualidad, dado que la pobreza metodológica de la posmodernidad, por una parte, y la recurrencia, por otra, en una ontología monista, según la cual todo es igual a todo, han hecho de los géneros literarios una cuestión irrelevante, cuando no imperceptible o incluso ilegible, no sólo como categorización genérica de lo que la literatura es, en sus diferentes especies e individualidades —obras literarias—, sino también como hecho inasequible al conocimiento, desde el momento en que las fronteras de lo literario se han abierto indefinidamente hasta su desvanecimiento, de modo que tan literario es el Quijote o Ricardo III como un tebeo o una supuesta lista de la compra transcrita en náhuatl. Desde el momento en que «todo es literatura» y que «toda literatura es isovalente», ¿qué sentido tiene establecer discriminaciones críticas entre géneros, especies y obras literarias? Ninguno. Pero esta nulidad interpretativa sólo puede acomodarse en la esterilidad de un discurso posmoderno, engendrado en la renuncia a todo ejercicio de pensamiento crítico, dialéctico y científico. Es un hecho constatable, e insistiré en ello de forma reiterada, que las teorías posmodernas de la literatura se desarrollan en la medida en que la literatura desaparece. La Crítica de la razón literaria se ha construido precisamente para enfrentarse a esta tendencia destructiva y sofista, y preservar tanto la literatura como sus posibilidades racionales de interpretación crítica, científica y dialéctica.
En primer lugar, el lector encontrará en este apartado una exposición sistemática de la idea y concepto de género literario que sostiene la Crítica de la razón literaria como Teoría de la Literatura. Formularé desde el comienzo la definición de género literario a la que voy a atenerme a lo largo de toda la investigación, conceptualmente interpretada desde la teoría holótica de las categorías, de acuerdo con la doctrina del todo y sus partes. A continuación, expondré la idea de género literario en el seno del espacio gnoseológico, con objeto de delimitar formal y materialmente la ontología de los géneros literarios desde criterios autológicos (según la perspectiva del autor de obras literarias o del intérprete de los materiales literarios), desde criterios dialógicos (según la perspectiva de determinados gremios, escuelas o movimientos de creación o de interpretación de obras literarias), y desde criterios normativos (según la perspectiva de normas, cánones o sistemas reglamentados de creación o interpretación literarias).
En segundo lugar, mi exposición analizará críticamente dos enfoques desde los que es posible abordar el estudio de los géneros literarios. Me referiré inicialmente a la perspectiva determinada por el método de las «esencias porfirianas», que consiste en examinar el género literario en función de la especie literaria, esto es, en sistematizar el estudio de los géneros literarios tomando como referencia la diferencia específica. Este procedimiento es el que ha desarrollado tradicionalmente la Teoría de la Literatura. Se basa en la articulación y formulación de clasificaciones, a las que toma como figura gnoseológica de referencia, para dar lugar a arborescencias múltiples y variadas, que acaban por objetivarse en tipologías, taxonomías, desmembramientos y agrupamientos, en numerosos casos acríticas y doxográficas, como tendremos ocasión de comprobar, a través de una exposición histórica y crítica. Posteriormente me referiré a la perspectiva determinada por el método de las «esencias plotinianas», que consiste en examinar el género literario en función del género como categoría suprema, en la cual es posible observar una evolución materializada formalmente en un núcleo, un cuerpo y un curso. Este procedimiento nunca se ha aplicado a la teoría de los géneros literarios, ni siquiera por los positivistas decimonónicos, por más que el antemencionado término «evolución» invite a pensar en este contexto en nombres como los de Saint-Beuve y Brunetière, u otros positivistas y darwinistas decimonónicos. No será el caso, pues aquí me serviré del modelo de las «esencias plotinianas» para introducir la poética de los géneros literarios que sostiene la Crítica de la razón literaria como Teoría de la Literatura, no para hablar de ellos como categorías biológicas, o de otro tipo a ellas equivalente.
De este modo, en tercer y último lugar, la investigación concluirá con la exposición del concepto y de la idea de lo que es el género literario en función de la materia y la forma literarias, esto es, de lo que se denomina la poética gnoseológica de los géneros literarios, elaborada sobre la symploké de las nociones de constitución, determinación e integración de la obra literaria, de su género y de su especie. El teórico y el crítico de la literatura se encontrarán finalmente con una categorización sistemática que, de forma estable y pragmática, permite dar cuenta de la totalidad de los géneros y especies de obras literarias efectivamente existentes, a través de una triple perspectiva semiológica, al estar articulada en tres ejes (sintáctico, semántico y pragmático); dinámica, dado que reconoce y registra material y formalmente los cambios y transformaciones en el sistema; y holótica, porque identifica y discrimina críticamente las partes constituyentes (como diferencias específicas) de cada una de las totalidades genéricas (como categorías supremas).
- MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «Preliminares a una teoría de los géneros literarios», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (III, 7.0), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).
⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria
- El Quijote y los libros de caballerías.
- El Quijote y la novela pastoril: un género literario bajo la dialéctica del realismo.
- El Quijote y la novela bizantina: la caricatura del heroísmo idealista.
- La novela morisca en el Quijote: la verosimilitud es un concepto inútil a la teoría literaria.
- El Quijote y la novela cortesana: de las novelle italianas a la novela perspectivista española.
- El Quijote y la novela picaresca.
- Lo fantástico y lo maravilloso en el Quijote de Cervantes.
- El Quijote y la novela autobiográfica: la realidad personal de la ficción en la novela moderna.
- La novela epistolar en el Quijote: la carta como origen y modelo del ensayo.
- El Quijote de Cervantes y la literatura sapiencial.
- Tirano Banderas de Valle-Inclán desde la teoría de los géneros literarios de la Crítica de la razón literaria.
Teoría de los géneros literarios:
¿qué es, y cómo se estudia, un género literario?
Teoría de los géneros literarios
según la Crítica de la razón literaria:
el ejemplo de Cervantes
Los 10 principales géneros literarios del Quijote
Novela, teatro y poesía:
transformación cervantina de los géneros literarios en el Quijote
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