Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica
del conocimiento racionalista de la literatura
Al igual que Nietzsche, Dostoievski no sabe vivir en un mundo sin Dios
Al igual que Nietzsche, Dostoievski no sabe vivir en un mundo sin Dios, es decir, no sabe sobrevivir racionalmente en un mundo sin ficciones ni autoengaños.
La literatura de Dostoievski es la literatura de un hombre que no sabe cómo vivir en un tiempo que exige razonar sin Dios. No saben vivir. Ni él ni muchos de sus contemporáneos. Entre ellos, Nietzsche, virtuoso maestro y seductor de psicópatas.
Nosotros ―me refiero a nuestra época― no tenemos ese problema, porque no tenemos interiorizado que ha habido un Dios que nos han robado o quitado. Se supone que quien nos ha quitado, robado o matado a Dios ha sido la ciencia. Esto pensaba el sibilino y agorero Heidegger, el dios del holocausto, un tipo absolutamente descentrado en todos los sentidos. A nosotros nos han quitado otras cosas (pensiones, trabajo, seguridad social, libertad, educación...), pero no un Dios. Para un católico, Dios no es un ser superior, ni una moral trascendente, ni nada de eso. Para un católico, Dios es un colega, o un confidente, es decir, alguien de quien se habla mal a sus espaldas (y no pasa nada, porque siempre hay un modo de disculparse), o un interlocutor, sin más, con quien se tiene toda clase de comentarios íntimos. Y tan amigos. Esto no lo entendería nunca un protestante. Y aunque parece un chiste, no lo es.
Pero estos tipos, Nietzsche, Dostoievski, Heidegger incluso, etc., viven como si la ciencia, o el nuevo régimen que instaura la caída del absolutismo, los hubiera dejado huérfanos. Vivieron obsesionados con las normas morales, las cuales, o se fundamentaban en un orden neurótico y político-teológico, siempre superior, trascendente y metafísico, o no estaban fundamentadas en nada, porque el ser humano, por sí mismo, no valía nada. El mundo hispano no actúa así. La Anglosfera no es la Hispanosfera, y esta última no es soluble en aquélla. El mundo grecolatino precedente, tampoco.
En el sur de Europa, el Hombre se basta a sí mismo, y no hay tales conflictos religiosos ni históricos, tan comunes en los países anglosajones. Para un ateo, el sistema de ideas del catolicismo es muy ligero, muy light, con la moral. Tiene un concepto de pecado muy útil para el pecador. El pecado, para el catolicismo, es un producto de consumo, mientras que para el protestante es una cicatriz imborrable, una herida que no cura, algo con lo que no se puede vivir: un hecho imperdonable. Y para los ortodoxos, como Dostoievski, es el imperativo de una purga en vida, que no puede esperar al más allá: el castigo, como el crimen, es cosa de este mundo. El cristianismo ortodoxo exige pagar la factura antes de morirse, antes incluso de entrar en el infierno. Crimen y castigo es, en este punto, un monstruoso catecismo de cristianismo ortodoxo. Es, también, la exaltación del heroísmo genuino de la democracia: la heroicidad del criminal.
No deja de ser irónico que después de tanto racionalismo kantiano, después de tanta ilustración europea y europeísta, después de tanta retórica en torno al imperativo del sapere aude!, después de tanta cháchara filosófica sobre la mayoría de edad del pensamiento humano, etc., etc., etc., resulta que el Hombre no es nada sin Dios, porque toda esta cabalgata de filósofos idealistas alemanes, con Nietzsche en su cumbre y Heidegger en su canto del cisne, no sepa razonar sin Dios. Sólo supieron ser un gozque entre las piernas de una ficción metafísica, sin la cual, no saben a quién ladrar. Para ellos, como para Dostoievski, no hay razón antropológica, porque sólo hay razón teológica. Si hubieran leído el Quijote de Cervantes, tal vez habrían aprendido, desde el Siglo de Oro español, a razonar sin Dios, es decir, a razonar como hombres y mujeres, sin necesidad de ficciones ni autoengaños. Cervantes lo escribió en su literatura mucho antes que Spinoza en su filosofía.
Fuera de la Hispanosfera, los caminos errados y laberínticos se multiplican sin solución. La ignorancia de esta realidad ha ocasionado numerosas tragedias humanas, sociales y políticas. No sólo literarias.
- MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «Al igual que Nietzsche, Dostoievski no sabe vivir en un mundo sin Dios», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (VI, 14.46), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).
⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria
- III, 7.3.4.3 - Hacia la disolución de las normas en el autologismo romántico. Nietzsche y sus tesis irracionales sobre la tragedia griega.
- VI, 15.40 - No hay nada moderno en Dostoievski: salvo el gusto morboso por las enfermedades mentales.
Introducción (2 vídeos)
- Dostoievski, seductor de psicópatas: introducción a Crimen y castigo desde a Crítica de la razón literaria.
- No hay nada moderno en Dostoievski: salvo el gusto morboso por las enfermedades mentales.
- Al igual que Nietzsche, Dostoievski no sabe vivir en un mundo sin Dios.
Interpretación (30 vídeos)
- Introducción a la lectura de Crimen y castigo: Raskólnikov legitima las psicopatologías de la posmodernidad.
- Dostoievski crea en Crimen y castigo la novela naturalista del siglo XIX antes que Zola y después de Cervantes.
- La pesadilla de Raskólnikov: los sueños de los idealistas provocan insomnio y conducen al fracaso.
- Dostoievski hace creer al lector de Crimen y castigo que él, el lector, y no Raskólnikov, es el asesino.
- Crimen y castigo, novela psicológica: angustia, miedo y ansiedad en Raskólnikov. La literatura no es una ciencia.
- La figura del médico en la literatura: Zosímov, el médico de Raskólnikov en Crimen y castigo.
- La figura del energúmeno en la literatura: Luzhin, el pretendiente en Crimen y castigo.
- La figura literaria del secretario de juzgado: Zamiótov o el diálogo extrajudicial con un psicópata.
- El personaje autodestructivo en Dostoievski y la literatura democrática: Marmeládov. Más allá del naturalismo.
- Dostoievski y Raskólnikov: ¿cuáles son los rasgos del psicópata? ¿Son las filosofías idealistas una forma de psicopatología?
- Dostoievski: artífice y precursor en Crimen y castigo de las filosofías de Nietzsche y Freud.
- El idealismo de la figura de la prostituta en Crimen y castigo de Dostoievski.
- Filosofía (patológica) del crimen: de Dostoievski a Nietzsche. El mito del superhombre.
- «¡Tú eres el asesino!»: Dostoievski, ingeniero y constructor literario del Inconsciente freudiano.
- El personaje nihilista en Crimen y castigo de Dostoievski: Svidrigáilov. Una deuda con la literatura española.
- Expresionismo literario en Crimen y Castigo de Dostoievski: el psicópata y la prostituta idealizada. Todo filósofo piensa siempre como un adolescente.
- Los 3 grandes maestros universales de la psicología: criminales, prostitutas y psicópatas. La lección de Dostoievski en Crimen y castigo.
- Dostoievski y la degradación literaria de los seres humildes: una literatura que preserva a las élites del fracaso.
- Dostoievski, otro literato que se burla de la filosofía que él mismo ha profesado: el nihilismo ruso.
- El festín de los miserables en Crimen y Castigo de Dostoievski: un entremés esperpéntico de pobres, degenerados y psicópatas.
- El placer de la calumnia: la literatura de Dostoievski esquiva la realidad mediante un entremés sin sentido del humor.
- Dostoievski demuestra que la literatura es lo que los enemigos de la libertad no han podido evitar ni destruir.
- El mundo que viene: retrato del futuro en Crimen y castigo de Dostoievski, o la tragedia grotesca de morir en tiempos de locos.
- Literatura y psicología: cómo narrar un crimen sin confesarlo: Raskólnikov acusado por el juez.
- Svidrigáilov, retrato literario de un pederasta en Crimen y castigo de Dostoievski.
- Svidrigáilov contra Dunia: acoso, sexo y violencia en Crimen y castigo de Dostoievski.
- Suicidio, onirismo y literatura en la muerte de Svidrigáilov en Crimen y castigo de Dostoievski.
- Las despedidas trágicas en la literatura: de Héctor y Andrómaca a Raskólnikov en Crimen y castigo.
- Crimen y castigo: Raskólnikov en el penal de Siberia. Cinco postulados fundamentales de la interpretación literaria.
- Sobre el desenlace final de Crimen y castigo de Dostoievski: la última pesadilla de Raskólnikov o el placer del Apocalipsis.
No hay nada moderno en Dostoievski:
salvo el gusto morboso por las enfermedades mentales
Al igual que Nietzsche,
Dostoievski no sabe vivir en un mundo sin Dios
Cómo superar la intolerancia.
La libertad siempre está más allá de lo que la ley permite: nihilismo
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