III, 8.3.4 - La Literatura Comparada es una invención europea, una construcción nacionalista y una interpretación etic de la literatura


Crítica de la razón literaria
 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
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Índices





La Literatura Comparada es una invención europea, una construcción nacionalista y una interpretación etic de la literatura


Referencia III, 8.3.4

 

Estimular el estudio de una literatura a la que se le reconoce un valor intrínseco modesto, sólo porque esa literatura inculca los errores más serios acerca de los temas más importantes, es un camino difícilmente reconciliable con la razón, con la moralidad, o incluso con la neutralidad que, estaremos todos de acuerdo, debería preservarse de manera sagrada. Se declara que una lengua está desprovista de conocimientos útiles. Tenemos que enseñarla porque es fértil en supersticiones monstruosas. Tenemos que enseñar una historia falsa, una astronomía falsa [...]. Yo detendría en seguida la impresión de libros árabes y sánscritos, aboliría la Madraza y el colegio Sánscrito de Calcuta. 

Acta de Macaulay a Lord Bentinck, Gobernador Central de la India, 2 de febrero de 1835.

 

 

Sea como sea, acierte la predicción más apocalíptica o la cautela expectante, lo que se ha dado en llamar posmodernidad consagra, por un lado, el predominio del eclecticismo y, por otro, el regreso a fórmulas de apelación sentimental a menudo casi pueriles. Bajo ese nuevo prestigio de las líneas curvas, los tonos pastel, las luces difusas y la decoración nutrida y armoniosa, han vuelto a encontrar acomodo emociones plásticas o literarias que pudieron creerse decimonónicas y románticas y se han conjuntado en curiosa promiscuidad las preferencias estéticas más dispares; el modern-style junto al art-decó, la insolencia del naïf junto a la unción de lo nazareno y lo prerrafaelista, las líneas rectas de lo neoclásico y la inmediatez de la action-painting, la sequedad literaria del dirty-realism y la expresividad corazonal que se acoge al término de «la otra sentimentalidad»... La facilidad con que se transita de una parte a otra de este bazar de la nueva estética se ha reflejado, sin duda, en una crítica que —como el nuevo pensamiento italiano— resulta ser una crítica débil: exégesis de comentario o de coincidencia que renuncia, de antemano, a otra vía que no sea la estricta paralela o la concéntrica al texto que afronta.

José Carlos Mainer, Historia, literatura, sociedad (1988: 27-28).


 

Jesús G. Maestro, Crítica de la razón literaria

La triple afirmación que sirve de título a este epígrafe puede resultar sorprendente, sobre todo para un lector acrítico que haya crecido bajo la retórica de una posmodernidad que deprecia las invenciones europeas frente a las formas de vida indigenista, que asocia emotivamente la idea de una Literatura Comparada al proyecto idealista e imposible de una Humanidad unida y solidaria, y que pretenda ignorar el hecho innegable de que toda cultura interpreta las culturas ajenas desde una perspectiva etic, esto es, «desde fuera» y bajo sus propias coordinadas etnocéntricas, y nunca desde una perspectiva emic, es decir, «desde dentro» de la cultura analizada. Aquí voy a sostener y a justificar precisamente lo contrario a estas tres creencias, psicologistas y tropológicas: porque la Literatura Comparada es, en primer lugar, una construcción europea, y porque desde el racionalismo crítico y científico europeo se exportó como modelo de interpretación literaria y cultural al resto del mundo; porque, en segundo lugar, el proyecto comparatista nace, crece y se desarrolla en paralelo a la expansión nacionalista de determinadas sociedades políticas que, en el marco de una nación organizada como Estado, e incluso como imperio, potencian académicamente los estudios de Literatura Comparada con objeto de examinar, desde tales criterios comparativos y relativos[1], las relaciones que frente a la propia literatura y a la propia cultura pueden darse y establecerse respecto a otras literaturas y culturas; y, en tercer lugar, porque —como sostengo a lo largo de la Crítica de la razón literaria— la Literatura Comparada es una interpretación etic de otras literaturas, o literaturas foráneas, interpretación construida «desde el exterior» de esas culturas, que se analizan como ajenas a la perspectiva primigenia o emic del comparatista en tanto que sujeto operatorio.


 

Índice capitular



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NOTAS

[1] Relativo en tanto que guarda relación con otros términos. No hago aquí referencia a ninguna relatividad que se defina por su contraposición a valores absolutos.







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es una construcción nacionalista




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de la Literatura Comparada




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como modelo de interpretación literaria
según la Crítica de la razón literaria



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Jesús G. Maestro, Crítica de la razón literaria




Jesús G. Maestro, Crítica de la razón literaria