VI, 1 - La literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos

 

Crítica de la razón literaria
 
Una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica

Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades 
del conocimiento racionalista de la literatura 

Editorial Academia del Hispanismo, 2017-2022. 
Décima edición digital definitiva. 
ISBN 978-84-17696-58-0

Jesús G. Maestro
__________________________________________________________________________________


Índices





La literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos


Referencia VI, 1


La literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos

He dicho muchas veces que la literatura es una trampa para quien no sabe razonar. Pero ocurre que con frecuencia lo es también para quien sí sabe razonar. Entre otras cosas, porque el racionalismo literario, como la crítica misma de la razón literaria, están dados a una escala diferente de otras formas de raciocinio, como puedan ser la matemática, la peluquería, la música, la geometría, el arte de hacer madreñas, la lingüística, la costura, el Derecho o, también, la filosofía.

 No basta saber razonar para saber de literatura. Más precisamente, incluso, no basta la filosofía para ejercer la interpretación de los materiales literarios…, pues si no sabe de literatura quien no sabe de filosofía, no es menos cierto, ni menos desafiante, afirmar —y comprobar— que no sabe de filosofía quien no sabe de literatura.

 Sin embargo, la literatura es muy engañosa. Y lo es porque hace creer a quienes saben leer y escribir, y también a quienes saben razonar filosóficamente, que pueden enfrentarse a lo que la literatura es, como si este enfrentamiento no entrañara problemas insospechados e inéditos. Y de muy difícil solución. Los límites de la literatura desbordan los límites de la filosofía. Límites, a veces, los de la filosofía, muy limitados a sentidos literales. Y aunque desde una Teoría de la Literatura tratemos de hacer lo posible por acotar el campo de los materiales literarios, las operaciones de la crítica de la literatura (saber que maneja ideas) nos sitúan una y otra vez fuera del estrecho y conceptual terreno de la teoría literaria (saber que maneja conceptos).

 La filosofía debe ser prudente cuando interpreta la literatura y cuando, en su interpretación de la literatura, exige la literalidad de las metáforas. Y el filósofo debe serlo aún más.

 La literatura es la más cínica, embustera y engañosa de todas las artes. Es un adulterante de la realidad y un simulacro de conocimiento. Es una ludopatía permanente y una desacralización intolerable de todos los prestigios. No se toma nada en serio jamás, pero sí se toma, astutamente, las máximas libertades en todo momento. Finge respetar decorosamente todas las cosas y a la vez no duda en abatirlas a veces de forma tan irreversible como definitiva. Puede convertir la ley en una ficción, la Historia en un mito, la realidad en un espejismo, la ciencia en una fantasía, la geografía en una leyenda y cualquier irrealidad en una materia formalmente muy inflamable —e inflamante— en el inestable y perturbador crisol de la psicología humana.

 La literatura, en suma, no es fiel a ninguna realidad, aunque a todas promete alianzas sorprendentes y fraudulentas.

 Sin embargo, hay una baza que la literatura no está dispuesta a ceder: la ficción. En la ficción reside una de las varias dimensiones esenciales de lo que la literatura es. Hay muchas otras —razón, operatoriedad, lenguaje verbal, potencia poética, dimensión pragmática, autores, lectores, intérpretes, etc.—, pero a diferencia de todas ellas, relativamente comprensibles, la ficción constituye uno de los mayores desafíos que la literatura ofrece a cuantos se acercan a ella.

 La literatura no negocia con la ficción. Es su laberinto privilegiado. Exclusivo. No hay arte ni ciencia que ofrezca dédalo mayor.

 Téngase en cuenta que los referentes de la literatura son ficticios, mientras que los de la religión, en muchos casos —acaso en todos—, son falsos. Esta es la diferencia entre el arte y la mentira.

 Si no se comprende lo que la ficción es, no se puede interpretar ni entender qué es la literatura. Compruebo que hoy la ficción constituye un terreno de arenas movedizas para la mayor parte de las personas que, por otro lado muy inteligentes (aunque asintomáticas, y no sin excepciones…), se acercan a ella.

 Por este motivo he afirmado, y con razón, que la literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos. Y lo es porque la mayor parte de ellos naufraga en sus interpretaciones de la literatura cuando se topa con la ficción. Platón optó, desde el comienzo, por desterrarla de la jurisdicción del Estado, sabedor de que con la ficción —es decir, con la literatura— no se puede negociar nada. La literatura es muy peligrosa, y lo es particularmente para quien se toma la ficción en serio. La literatura es el mayor peligro al que puede enfrentarse una persona inteligente. Hay experiencias más trágicas, y definitivas, como la muerte misma, pero la capacidad de la literatura para dejar en ridículo a sus interlocutores es muy superior a cualesquiera otras peripecias humanas.

 En esta obra, Crítica de la razón literaria, se expone una teoría de la ficción original y diferente. No conozco, por el momento, ninguna teoría alternativa que explique, con mejores razones, ni desde la filología, ni desde la Teoría de la Literatura, ni desde la filosofía, qué es la ficción literaria. Algunos intérpretes han declarado que para ellos —y subrayo para ellos— mi teoría es confusa. No lo dudo, es decir, no dudo de que sea confusa para ellos. Y de hecho lo es porque, en su afán de rebatir la originalidad de una teoría, optan por enfrentarse a la tal teoría —olvidándose de que lo es de la literatura (y no mía)— en lugar de enfrentarse a la ficción: lo cierto es que ni para ellos —ni para nadie— es confusa mi teoría, la cual en cierto modo (unos mejor que otros) saben explicarse, sino que lo que les resulta confusa es la ficción —confusión que por el momento algunos se niegan a asumir—, porque lo que verdaderamente les confunde y extravía, y por completo, es la literatura.

 





Información complementaria


⸙ Referencia bibliográfica de esta entrada

  • MAESTRO, Jesús G. (2017-2022), «La literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos», Crítica de la razón literaria: una Teoría de la Literatura científica, crítica y dialéctica. Tratado de investigación científica, crítica y dialéctica sobre los fundamentos, desarrollos y posibilidades del conocimiento racionalista de la literatura, Editorial Academia del Hispanismo (VI, 1), edición digital en <https://bit.ly/3BTO4GW> (01.12.2022).


⸙ Bibliografía completa de la Crítica de la razón literaria



⸙ Glosario 



⸙ Antología de textos literarios

⸙ Enlaces recomendados 



⸙ Vídeos recomendados


La Crítica de la razón literaria ante la Teoría de la Literatura
y las filosofías posmodernas




La literatura es el Talón de Aquiles de los filósofos




*     *     *

 



Crítica de la razón literaria Jesús G. Maestro