Miguel Hernández: «Umbrío por la pena, casi bruno»

                        





Miguel Hernández

(Orihuela, Alicante, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942)



VI*


     Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

     Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

     Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

     No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!
 


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NOTAS

[*] Miguel Hernández (1936), «Umbrío por la pena, casi bruno», El rayo que no cesa, Madrid, Sial Ediciones, 2002, p. 83. Edición de José María Balcells. Este soneto de Hernández se ha relacionado con frecuencia con el de Baltasar del Alcázar «Gloriosa pena y mi penosa gloria».



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