Miguel Hernández: «Te me mueres de casta y de sencilla»

                             





Miguel Hernández

(Orihuela, Alicante, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942)



XI*


     Te me mueres de casta y de sencilla:
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.

     Yo te libé la flor de la mejilla[1],
y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.

     El fantasma del beso delincuente
el pómulo te tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.

     Y sin dormir estás, celosamente,
vigilando mi boca ¡con qué cuido![2]
para que no se vicie y se desmande.
 


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NOTAS

[*] Miguel Hernández (1936), «Te me mueres de casta y de sencilla», El rayo que no cesa, Madrid, Sial Ediciones, 2002, p. 90. Edición de José María Balcells. Este soneto se publicó primeramente en la revista Rumbos, núm. 2, en Talavera de la Reina, el 15 de junio de 1935, con el título de «Pastora de mis besos».

[1] Es frecuente en la poesía de Hernández el uso de la epanástrofe. 

[2] Sustantivo sinónimo de «cuidado», que se aplica comúnmente al cuidado de los huertos o el ganado. Sin duda frecuencia en el idiolecto hernandino.


 


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