Luis Cernuda
(Sevilla, 21 de septiembre de 1902 - Ciudad de México, 5 de noviembre de 1963)
Malentendu*
Fue tu primer amigo[1] literario(¿Amigo? No es palabra justa), el que primeroTe procuró experiencia en esa inevitableFalacia de nuestro trato humano:Ver cómo las palabras, las accionesAjenas, son crudamente no entendidas.Pues no quería o no podía entenderte,Tus motivos él los trastocabaA su manera: de clarosEn oscuros y de razonablesEn insensatos. No se lo perdonastePorque es imperdonable la voluntaria tontería.El escribió de ti eso de «Licenciado Vidriera»[2]y aun es de agradecer que superior inepcia no escribiese,Siéndole tan ajenas las razonesQue te movían. ¿Y te extrañabasDe su desdén a tu amistad inocua,Favoreciendo en cambio la de otros? Estos eran los suyos.Los suyos, sus amigos predestinados,Los que él entendía, los que a él le entendieron,Si es que en el limbo entendimiento existe.Por eso su intención, aunque excelente, al no entenderte,Hizo de ti un fantoche a su medida:Raro, turbio, inútilmente complicado.
____________________
NOTAS
[*] Luis Cernuda (1962), «Malentendu», Desolación de la Quimera, Madrid, Cátedra, 2009, p. 180. Edición de Luis Antonio de Villena.
[1] En la edición de Luis Antonio de Villena, leemos, acaso por errata, amago en lugar de amigo, que figura en el resto de ediciones precedentes. La paronomasia entre ambos términos no sería un desacierto, dado que la ploce sí resulta, por iterativa, más prosaica. También cabe entender la reiteración de amigo, interrogativamente, como una epanortosis o autocorrección, y también como una antipáfora.
[2] Pedro Salinas fue quien tildó de ese modo a Luis Cernuda, con las siguientes palabras: «Difícil de conocer. Delicado, pudorosísimo, guardándose su intimidad para él solo, y para las abejas de su poesía que van y vienen trajinando allí dentro —sin querer más jardín— haciendo su miel. La afición suya, el aliño de su persona, el traje de buen corte, el pelo bien planchado, esos nudos de corbata perfectos, no es más que deseo de ocultarse, muralla del tímido, burladero del toro malo de la atención pública. Por dentro, cristal. Porque es el más Licenciado Vidriera de todos, el que más aparta a la gente de sí, por temor de que le rompan algo, el más extraño» (apud Juan Barceló Jiménez, «Verso y Prosa y otras revistas murcianas», Monteagudo. Revista de Literatura Española, Hispanoamericana y Teoría de la Literatura, 7, 2002 (81-86).
* * *
Vídeos recomendados
Manuel Machado, maestro del autorretrato literario,
modernista, cínico y poeta superior a Borges
Miguel de Unamuno, poeta:
«Es de noche en mi estudio»
Quevedo y las mentiras del estoicismo:
el mito del sabio imperturbable en un soneto sobre los libros
* * *
⸙
Textos literarios relacionados
- Luis de Góngora: «Mientras por competir con tu cabello» (1582).
- Luis de Góngora: «Ilustre y hermosísima María» (1583).
⸙
Capítulos relacionados
- IV, 4.18 - El Dios de los poetas. ¿Por qué «Dios está azul» en Juan Ramón Jiménez?
- IV, 4.19 - «El viaje definitivo» de Juan Ramón Jiménez en la versión musical de Federico Mompou.
- IV, 4.24 - El poder de los poetas: Rilke, Hardy, Unamuno, Aleixandre, Pessoa, Borges y Luis Alberto de Cuenca.
- VI, 13 - Exposición de las 13 tesis de la Crítica de la razón literaria.
* * *