Jorge Guillén: «Muerte a lo lejos»

               





Jorge Guillén

(Valladolid, 1893 - Málaga, 1984)



«Muerte a lo lejos»*


     Alguna vez me angustia una certeza
y ante mí se estremece mi futuro,
acechándole está de pronto un muro
del arrabal[1] final en que tropieza

     la luz del campo. ¿Mas habrá tristeza,
si la desnuda el sol? No, no hay apuro
todavía. Lo urgente es el maduro
fruto. La mano ya le descorteza.

     ...Y un día entre los días el más triste
será. Tenderse deberá la mano
sin afán. Y acatando el inminente

     poder diré sin lágrimas: embiste,
justa fatalidad. El muro cano
va a imponerme su ley, no su accidente.
 


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NOTAS

[*] El soneto de Jorge Guillén, titulado «Muerte a lo lejos», corresponde a su obra poética Cántico. Se incluyó en la tercera edición, publicada en Madrid, Cruz y Raya, 1936. 

[1] En una de sus cartas, acaso inéditas en el momento de escribir estas líneas, Guillén escribe: «¡Y pensar que ese muro, en su origen ―origen nada más― era la tapia del cementerio de Valladolid y el arrabal era arrabal, en las afueras de aquella ciudad!». 




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